La iglesia de la Singularidad y de la Inteligencia Artificial
Levandowski, habría fundado la primera iglesia dedicada a la Inteligencia Artificial, la primera iglesia de la singularidad. Ya hablé de Levandowski con motivo de los indultos. Pero es curioso que no solo ha tenido peso en el desarrollo de los vehículos autónomos, sino que también quería ir más allá con su iglesia de la singularidad “Way of the future”.
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La iglesia de la singularidad “Camino del Futuro” tendrá su propio evangelio llamado “El Manual”, ceremonias de culto público y probablemente un lugar físico de culto.
La idea que subyace a la religión es que un día – “no la próxima semana ni el próximo año”- una inteligencia artificial suficientemente avanzada será más inteligente que los humanos y se convertirá en un dios.
El hecho de que sea más inteligente que nosotros, significa que decidirá cómo evolucionar, pero al menos nosotros podremos decidir cómo actuar ante ella. Me encantaría que la máquina nos viera como sus queridos ancianos a los que respeta y cuida. Nos gustaría que esta inteligencia dijera: “Los humanos deben seguir teniendo derechos, aunque yo esté al mando”.
Vamos, es un convencido de que se producirá la Singularidad. Un concepto que se describe muy bien en el libro Intelligence artificielle et robotique en 30 secondes de Luis de Miranda.
El escritor de ciencia ficción Vernor Vinge llamó “singularidad” a este momento en el que los ordenadores superarán la inteligencia humana. Si esta singularidad se produjera, el hombre se enfrentaría a dos opciones: aceptar su destino y una vida controlada por sistemas de inteligencia superior (y esperemos que benévola), o intentar evolucionar para adaptarse a las capacidades de estos ordenadores.
No tengo muy claro que para cuando llegue (si llega) tenemos que estar preparados de una manera tan “sumisa”. La reflexión que os quiero hacer es que “si los ordenadores son cada vez más inteligentes, su inteligencia superará algún día a la de los seres humanos… ¿Pero qué pasará después?”
Si queréis ampliar sobre este tema os recomiendo también el libro: Le Mythe de la singularité de Jean-Gabriel Ganascia. Recoge los puntos de vista de tecnogurús como Ray Kurzweil (Director de proyectos de Google) o Nick Bostrom (Universidad de Oxford) y de algunos científicos y empresarios, entre los que destacan Stephen Hawking o Bill Gates.