La inteligencia artificial está transformando Internet. Algunos de los cambios se producen a mucha velocidad. Tenemos un aumento de ciberataques de mayor magnitud y rapidez, la creación y difusión de desinformación a gran escala, la personalización de la experiencia del usuario o el reconocimiento facial, entre otros. La IA también plantea riesgos en cuanto al uso de datos personales para crear algoritmos y la posibilidad de que estos sistemas sean hackeados. Además, ya he comentado en más de una ocasión que la IA no tiene ética, lo que puede afectar la identidad y la autonomía de individuos y naciones.

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Pero, ¿cómo se manifiesta este impacto de la IA más allá de las cuestiones de seguridad y ética? La respuesta la encontramos en las búsquedas en Internet. Aquí, la Inteligencia Artificial no solo está transformando la forma en que accedemos a la información, sino también la calidad del contenido que encontramos. Este escenario se dibuja claramente al examinar cómo estos modelos de IA influencian tanto en la personalización de nuestras experiencias online como en la proliferación de contenidos de baja calidad.

Un mar de contenidos de baja calidad

La Inteligencia Artificial está teniendo un impacto relevante en las búsquedas en Internet, afectando tanto la calidad de los resultados como la forma en que se presentan y se personalizan para los usuarios.

En primer lugar, la IA está mejorando la relevancia y la personalización de los resultados de búsqueda. Los motores de búsqueda como Google y Microsoft están utilizando la IA para comprender mejor la intención del usuario y ofrecer resultados más significativos. Esto se logra a través de tecnologías como el procesamiento del lenguaje natural y el reconocimiento de imágenes. Además, la IA permite a los motores de búsqueda adaptar los resultados según el perfil y las preferencias del usuario, lo que facilita encontrar la información necesaria de manera más rápida y eficiente. Al menos en teoría.

A pesar de las expectativas de que la Inteligencia Artificial generativa desafiaría el dominio de Google en las búsquedas en línea, Google sigue siendo el líder indiscutible con un 92% del mercado, mientras que competidores como Bing, incluso con su integración de ChatGPT, se quedan atrás. Las experiencias de búsqueda mediante IA, incluyendo Bing, Bard y Google SGE, han resultado ser lentas, poco eficientes y propensas a errores significativos. Paralelamente, se ha observado un incremento en el contenido de baja calidad en Google News y en las primeras posiciones de Google Search, impulsado por artículos generados por IA.

Una investigación de 404 Media ha encontrado que Google News ha incrementado la «promoción de artículos basura generados por IA». Además, continuamos siendo testigos de un aumento en las personas que logran posicionarse en los primeros lugares de los resultados de Google Search mediante la publicación de entradas de blog basura generadas por IA.

Otro ejemplo. Desde febrero de 2023, la empresa polaca «TS2 Space», conocida por proporcionar internet vía satélite a soldados americanos y polacos, ha publicado más de 336,260 artículos de blog escritos por IA en una variedad de idiomas. Estos artículos cubren una amplia gama de temas, desde teléfonos satelitales hasta turismo y modelos de vehículos. Curiosamente, TS2 Space opta por usar imágenes generadas por IA en lugar de imágenes originales. Además, la compañía ha reescrito contenido existente y algunos de estos artículos se atribuyen a Marcin Frąckiewicz, el CEO de TS2 Space. Google, por su parte, ha recompensado este tipo de contenido, considerado por muchos como spam, con millones de clics, y TS2 Space ha monetizado su blog a través de anuncios de Google.

Pero a pesar de esta situación, al menos en algunos casos, estoy convencido que en buscadores como Google ya están empezando a afinar sus algoritmos de búsqueda para evitar los contenidos generados automáticamente por IA y buscar aquellos realizados por personas. En nada veremos como será necesario un certificado human proof para posicionar contenido de calidad.

Sin embargo, esta situación no se limita solo a la calidad del contenido; se extiende también a la propia naturaleza y funcionamiento de los motores de búsqueda. A medida que vemos las consecuencias de la IA en la creación de contenido, me viene a la cabeza la siguiente pregunta: ¿Cómo está transformando la IA la búsqueda en Internet? Este cambio se hace evidente al observar la evolución de los motores de búsqueda y cómo están adaptando sus estrategias y tecnologías para incorporar capacidades de IA avanzadas. La búsqueda en Internet a través de Inteligencia Artificial, aunque todavía en desarrollo, está redefiniendo nuestras expectativas y formas de interactuar con Internet.

La búsqueda en Internet a través de Inteligencia Artificial

Desde hace mucho tiempo estamos acostumbrados a abrir el navegador y escribir en la barra de navegación los términos de búsqueda para encontrar la información que deseamos. El omnipresente Google es el que suele darnos los resultados, más allá de los usos que se puedan hacer de otros buscadores como Bing, Yahoo, DuckDuckGo, Baidu o Yandex. Cada buscador tiene sus usuarios, unos lo usan más Baidu o Yandex por un tema geográfico (China y Rusia respectivamente), otros por temas de privacidad como DuckDuckGo, y otros usan Bing o Yahoo, o al menos los usaban porque es el navegador por defecto en sus dispositivos. Google sin lugar a duda ha conseguido la mayor cuota de mercado, no solo por ser el buscador por defecto en sitios como el navegador Chrome, sino porque también durante mucho tiempo es el que mejores resultados proporcionaba (al menos es esa mi percepción).

Estos últimos meses el escenario ha cambiado rápidamente. Microsoft con su estrategia de incorporar ChatGPT en Bing ha dado un gran salto, sobre todo para todos aquellos usuarios que querían disfrutar de los últimos modelos de OpenAI de manera gratuita y es que llegar el primero a un nuevo mercado te asegura tener una cuota importante. Google también ha espabilado y con la puesta en marcha de Bard ha intentado no quedarse atrás. Pero a pesar de todos estos esfuerzos, la búsqueda en Internet tal y como la conocíamos a través de herramientas de IA no ha sido la mejor experiencia de la que hemos podido disfrutar hasta ahora.

Tenemos aplicaciones o buscadores especializados como You.com o Perplexity que dan resultados aceptables. Y ya con las últimas versiones de ChatGPT o de Claude la verdad es que la experiencia ha mejorado bastante. Pero una de las claves es controlar la puerta de entrada a Internet, ya que es la llave de todo y los navegadores siguen siendo, al menos de momento, el elemento esencial de Internet. De ahí como os decía de los esfuerzos de Microsoft de integrar ChatGPT en Bing o de Google de hacer lo mismo con Bard y su buscador.

En estos momentos ya hay otros navegadores que realizan otras integraciones muy interesantes. Por ejemplo, en ARC Browser puedes definir como buscador a Perplexity. Este chatbot hace una lectura de los resultados y te da una respuesta elaborada, además de ofrecerte los enlaces de dónde ha sacado la información. Creo que es el camino hacia donde van a ir todos los navegadores, al menos de momento, hasta que el que se acabe integrando totalmente sean los navegadores dentro de los modelos de IA.

Estas innovaciones nos acercan a un futuro donde la IA no solo responde a nuestras consultas, sino que también anticipa nuestras necesidades y preferencias. Sin embargo, este cambio en la búsqueda y el procesamiento de información es solo una parte de una transformación más amplia que está sucediendo en la web.

¿Estamos acercándonos a un punto en el que los navegadores tradicionales podrían volverse obsoletos? Esta idea nos lleva a explorar un escenario aún más disruptivo: un Internet sin navegadores, donde la interacción con la web se realiza enteramente a través de Inteligencia Artificial. Este cambio de paradigma no solo alteraría nuestra forma de buscar información, sino que redefiniría completamente nuestra interacción con el mundo digital.

¿Un Internet sin navegadores?

Cómo decía, seguramente habrá un punto de cambio en el momento que ya no acudamos a los navegadores para acceder a sitios web y que podamos hacerlo todo a través de nuestro modelo preferido de Inteligencia Artificial. Que necesito tramitar la declaración de renta, pues me conecto a través de mi IA de cabecera para que me ayude a procesar la información, mejorar mi declaración de impuestos, entender bien todos los conceptos y por supuesto intentar que salga negativa. Lo mismo para interactuar en Redes Sociales, realizar compras o cualquier otra actividad que requiera una conexión.

Poco a poco nos veremos en un proceso de convergencia tecnológica, algo similar a lo que hemos vivido con los teléfonos móviles, que poco a poco han ido absorbiendo todo tipo de funcionalidades y de dispositivos. Creo que con la Inteligencia Artificial pasará algo similar. Será nuestra puerta de entrada cuando nos conectemos a un dispositivo. Nos permitirá trabajar con documentos, analizar datos, realizar fotografías, jugar, buscar información, realizar trámites y todo lo que nos podamos imaginar. Por lo tanto, los navegadores y los sistemas operativos poco a poco irán dejando de tener el protagonismo que tienen en estos momentos.

La inteligencia artificial está transformando Internet. Un futuro con nuevas realidades digitales

En conclusión, estamos presenciando una verdadera revolución en la forma en que interactuamos con Internet, impulsada por los avances en la inteligencia artificial. Desde el aumento de ciberataques hasta la proliferación de contenidos de baja calidad, pasando por la transformación de los motores de búsqueda y la posible obsolescencia de los navegadores tradicionales, la IA está reconfigurando no solo nuestra experiencia online, sino también nuestra relación con la información y la tecnología. Este proceso de convergencia tecnológica, similar al vivido con los teléfonos móviles, nos lleva hacia un futuro donde la IA se convierte en nuestra interfaz principal con el mundo digital, abriendo un sinfín de posibilidades a la vez que presenta nuevos desafíos. A medida que todo avanza a una velocidad cada vez mayor, es importante mantener una perspectiva crítica y ética para asegurarnos que todo vaya por el mejor camino posible.

Referencias

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