Después de un verano en el que la canícula ha sido bastante dura y nos ha obligado a buscar todo tipo de medidas para refrescarnos, no está de más reflexionar un poco sobre los árboles en zonas urbanas.

Los árboles y las zonas verdes ayudan a regular la temperatura de las ciudades y a reequilibrar el equilibrio social dentro de ellas.

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Zonas verdes y su efecto termorregulador

Nadie pone en duda que en aquellas calles en las que solo hay asfalto, cemento y hormigón la temperatura se llega a hacer insufrible. Por las noches, cuando debería refrescar un poco, las paredes y el suelo parecen resistencias que no paran de emanar calor, provocando un poco más de insomnio a sus vecinos.

Poder contar con una zona verde cerca de casa o una calle con árboles supone un alivio para muchas personas que pueden ver aliviado un poco su sensación de calor. No solo por el efecto real de amortiguar temperaturas que provoca la vegetación. También por el efecto placebo de ver en árboles y parques un refugio contra el calor efectivo.

Queda demostrado que una buena infraestructura verde en las ciudades ayuda a combatir con eficacia el efecto isla de calor y reducir la temperatura un poco, unos tres grados según algunos estudios realizados.

Zonas verdes como indicador social

El New York Times publicó un análisis sobre la diferencia de zonas verdes en ciudades americanas y su correlación con zonas tradicionalmente ricas y blancas y la falta de ellas en las tradicionalmente pobres y negras.

Con rentas más altas siempre se ha tendido a una ocupación mayor del territorio. Zonas con grandes niveles de población en principio no pueden permitirse el lujo de no ocupar un espacio necesario para la vivienda. Y esta falta de espacio también repercute en el hecho de la disponibilidad de servicios.

Es cierto que los casos que presenta NY Times nos cueste encontrarlos aquí, pero lo que si que es cierto es que las diferencias de renta se ven claramente marcadas por la zona en la que las personas viven.

En Barcelona se realizó un estudio por barrios de la renta de sus habitantes, siendo las Tres Torres el que más renta dispone con casi 40K y el que menos Ciutat Meridiana con un poco más de 10K. Unos treinta mil euros de diferencia al año.

Partiendo de este dato y de lo explicado anteriormente podemos pensar en Ciutat Meridiana como una zona dura, sin vegetación, aunque nada más lejos de la realidad. Si consultamos el mapa NDVI (Normalized Difference Vegetation Index) de Barcelona para ver la distribución de árboles y zonas verdes en la ciudad.

O su correspondiente en Google Maps.

Y lo comparamos con Tres Torres.

Podemos ver que precisamente la vegetación no una de las claves de la desigualdad económica. Podemos ver diferencias sustanciales en cuanto el tipo de edificación que provoca precisamente zonas no urbanizadas, que no quiere decir que sean zonas verdes específicas. Si a esto le sumamos la situación en el extra radio de Ciutat Meridiana podemos dar con algunos de los factores que provocan esa diferencia en la renta. Evidentemente podríamos ir más allá y tener en cuenta otros aspectos como el histórico.

Pero sí que es cierto que la canopia arbórea de las ciudades puede proporcionar beneficios en cuanto a su papel redistributivo en cuanto a renta, regulación de temperatura. El paper “Under one canopy? Assessing the distributional environmental justice implications of street tree benefits in Barcelona” de Francesc Baró, Amalia Calderón-Argelich, Johannes Langemeyer y James J.T. Connollya hace hincapié en los siguientes puntos:

• Los árboles de las calles pueden desempeñar un importante papel redistributivo.
• Este estudio de caso subraya la importancia de considerar y cuantificar el arbolado urbano más allá de la mera distribución de los árboles en las evaluaciones de justicia ambiental.
• Los servicios sociales proporcionados por los árboles de las calles de Barcelona parecen beneficiar más directamente a ciertos tipos de poblaciones vulnerables, especialmente a los ciudadanos de edad avanzada.
• La plantación de árboles en las calles puede ser una importante estrategia ecológica para que las ciudades compactas aborden las desigualdades en materia de servicios sociales derivadas de la distribución generalmente desigual y dispersa de otros componentes de los servicios urbanos, como los bosques, los parques o los jardines.

El ayuntamiento de Barcelona es un elemento que tiene en cuenta y en su “Plan director de arbolado de Barcelona 2017 – 2037“

El arbolado de las ciudades contribuye de modo decisivo en la mejora de la calidad de vida de las personas por sus beneficios ambientales y sociales sobre la población, y es considerado un elemento urbanístico fundamental en la definición de la estructura urbana de las ciudades y en la valoración de la calidad del espacio público.

El conjunto de beneficios que aportan, tanto sociales como ambientales, impactan de manera favorable en la salud y el bienestar de las personas; por ello, los árboles son un elemento imprescindible en la ciudad.

La estrategia de arbolado es un elemento que la gran mayoría de ciudades tienen en cuenta. No solo por ser un elemento estético, sino por lo que ayuda a combatir la contaminación en las propias ciudades, a regular su temperatura y como hemos podido ver, como un elemento de reequilibrio social.

Pensar en ello la próxima vez que os encontréis en un espacio urbano duro, sin árboles, sin vegetación. Mirar a vuestro alrededor y observar dónde estáis. Unos árboles seguro que lo mejorarían enórmemente.

Si queréis más info sobre el plan director consultar C40Knowledge o el mapa de Inverse para ver como Barcelona conecta sus espacios verdes.

Recursos sobre el tema

• Treepedia es un proyecto del MIT en el que ha realizado el mapeo de los árboles de varias ciudades del mundo. En la línes del mapa NDVI comentado antes.
• (julio 2022) Un análisis de datos de CBC News muestra que los inmigrantes y las personas con bajos ingresos tienen más probabilidades de vivir en las zonas urbanas más calurosas. Esto les hace mucho más vulnerables a las olas de calor, con consecuencias mortales.
• En How to cool down a City Singapur muestra cómo plantar árboles 🌳 y diseñar edificios puede ayudar a combatir el calor en las ciudades.