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Cómo incentivan la vacunación los gobiernos

Cómo incentivan la vacunación los gobiernos

Desde programas para animar a la vacunación en los que se amplían las posibilidades de apps de citas, hasta los que prefieren verlo por el lado punitivo, y sencillamente si no te vacunas, te dejan sin línea de teléfono.

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Lo más normal han sido las campañas informativas en las que se ha ido indicando las franjas de edad que toca vacunarse y como se ha de hacer. Pero muchos gobiernos, e incluso algunas empresas, han decidido ir más allá.

Animar a la vacunación

La tónica general es premiar, recompensar, sortear o tirar de influencers para animar a la gente que se vacune contra la Covid-19. Pero las iniciativas para animar a vacunarse pueden llegar a establecer alianzas incluso con aplicaciones como Tinder. Os pongo algunos ejemplos:

Dating sites are pushing for vaccinations as you swipe right.

Como podéis ver hay un poco de todo, pero sobre todo incentivos como comida, entradas e incluso sorteos son los que se están utilizando para animar a una vacunación masiva. Los motivos para poner en marcha campañas de este tipo pueden ser varias.

Desde la resistencia a vacunarse de determinados grupos de población. Sobre todo los más jóvenes, ya que no ven un excesivo peligro en la pandemia. A otros grupos de población que por diversos motivos no tienen un acceso igualitario al sistema de vacunación y necesitan de un pequeño empujón para que lo hagan.

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Forzar a la vacunación

Bien, este sería el lado positivo de las campañas de vacunación. Pero no debemos dejar de lado que también hay un lado en el que visto lo visto, en algunos sitios se han planteado otras estrategias para obligar a su ciudadanía a vacunarse.

El debate sobre la obligatoriedad de vacunarse creo que ya es un tema sobre el que se ha hablado mucho y sobre el que se han sentado bases para ello como hizo el gobierno autonómico de Galicia en febrero o incluso la han hecho obligatoria para ciertos grupos como decretó en mayo el gobierno de Baleares.

Si tomamos como referencia lo que se ha venido haciendo respecto de las vacunas, antes de la pandemia, un estudio publicado en octubre en la revista Vaccine, de los 193 miembros de las Naciones Unidas, más de 100 tienen mandatos nacionales que exigen una o más vacunas. De ellos, 62 imponen una sanción por incumplimiento. Las sanciones más comunes son las multas y la denegación de la matrícula escolar a los niños que no están vacunados.

Pero esta obligatoriedad a vacunarse de muchos países está dirigida a un grupo específico. Al de los niños. Y aunque estas políticas son efectivas y reducen las tasas de contagio de determinadas enfermedades no acaban de ser totalmente equiparables a las que están realizando con los adultos por la COVID-19.

La obligatoriedad, la imposición puede hacer crecer la resistencia a vacunarse a ciertos grupos y a proporcionar argumentos a los antivacunas.

Sin embargo y a pesar de que las políticas que incentivan la vacunación parece que están funcionando, hay algunos gobiernos que optan por la imposición, obligando a su población a vacunarse. En Pakistán, concretamente en la región de Punjab están optando por bloquear las tarjetas SIM de aquellos que no se hayan vacunado.

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