Meses después de la suspensión de Donald Trump en casi todas las Redes Sociales, de haber sido condenado al ostracismo digital algunos de sus espacios, concretamente su página de Facebook, sigue teniendo mucha actividad.

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Su última publicación en Facebook fue el 6 de enero, como podéis ver en la imagen, pero solo hace falta mirar los comentarios para comprobar que el flujo de comentarios y reacciones es un no parar.

Mirar la siguiente captura hecha en el momento de escribir estas líneas.

La suspensión de Facebook supuso que no pudiera volver a publicar, a diferencia de otras redes como Twitter en las que directamente su perfil y publicaciones dejaron de estar disponibles.

La que sigue siendo la página oficial de Donald Trump en Facebook se ha convertido – casi – en un memorial, una de aquellas páginas que siguen estando disponibles para usuarios que han fallecido. Una de aquellas páginas en las que la gente escribe su duelo en los comentarios para despedirse de alguien que ha fallecido.

Y como en un cadáver en descomposición ha surgido todo un ecosistema de usuarios que siguen activos en el sistema de comentarios de la página. Antivacunas, conspiranoicos, negacionistas y todo tipo de fauna que había encontrado cobijo en una ideología auspiciada por Donald Trump siguen acudiendo para poder expresarse, conocerse y seguir teniendo sentimiento de pertenencia. Y también se siguen dando cita allí a usuarios críticos con Trump buscando con quien tener una pequeña flame para tener un poco de adrenalina que llevarse al cuerpo.

Con su página de Facebook ha pasado un poco como con la revuelta del Capitolio. Él, Donald Trump, ha sido desahuciado de su casa y toda una legión de usuarios campa a sus anchas por ella. Algunos esperando que pueda volver, estos le dejan mensajes de gratitud. Otros esperando que no vuelva nunca haciendo pintadas en las paredes para que se sepa que han estado allí.

La última publicación de Trump en Facebook en estos momentos tiene más de 706K comentarios, mientras que las anteriores – si vais un poco hacia atrás – suelen tener entre 20 y 40 mil aproximadamente.

Facebook ya ha demostrado que a pesar de sus “buenas intenciones” también ha alimentado el extremismo y la polarización, le ha dado soporte y proporcionado infraestructura, ya que le es rentable.

Y a pesar de prohibir a Trump publicar en su página, el monstruo sigue vivo y alimentado. Bueno más bien se ha convertido en un caminante al que deberían volver a ponerlo bajo tierra.

El reto de las RRSS es cómo reformular la economía de la atención sin dañar la libertad de expresión. De momento son muchos los que ven a estas grandes empresas tecnológicas como auténticos señores de la guerra digitales debido a su gran poder.

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Los NFT, de los que ya he hablado en alguna ocasión y sobre lo que quiero escribir un poco más en profundidad. De momento este artículo de Carlos del Castillo sobre su consumo energético y lo que suponen para el medio ambiente.

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