Breviario de campaña electoral
En el año 64 a. C., Marco Tulio Cicerón inició la campaña electoral para el consulado romano. Su hermano pequeño, Quinto, se entretuvo en escribir “Breviario de campaña electoral” para que conociera de qué argucias debía servirse para poder ganarse el fervor de los votantes.
Lo cierto es que Marco Tulio Cicerón obtuvo la unanimidad de las centurias y el cargo al que optaba, quién sabe si gracias a haber puesto en práctica los sabios consejos de su hermano.
No deja de ser curioso que, veinte siglos más tarde, las recomendaciones del pequeño de los Cicerón sigan siendo sorprendentemente válidas.
Giulio Andreotti observó con justeza que su autor, al escribir la carta que hoy presentamos, “no pudo imaginarse que su breve tratado pudiese ser leído a más de dos mil años de distancia y resultar extraordinariamente interesante, no solo como documento histórico y literario, sino también por una especie de imprevisible actualidad en los hechos que describe”.
Quinto da numerosos consejos y orientaciones a su hermano para acercarse a la victoria electoral. Lo primero que le planteará son tres consideraciones que debe tener en cuenta en todo momento, tales como en qué ciudad se encuentra, a qué aspira y quién es, las cuales se responden de la siguiente manera: “«Soy un homo novus, aspiro al consulado, ésta es Roma»” (Quinto Cicerón, 2019, p.20).
Pablo García Ariño
Reseñas de Breviario de campaña electoral
“Un delicioso opúsculo.”
Agustí Fancelli, El País
“Quinto Tulio desliza reflexiones lapidarias, que conservan vigencia plena, al describir aspectos de la naturaleza humana intemporal.”
El Diario Montañés
“Al leer el breve librito llama la atención la enorme actualidad de algunos consejos y los muchos rasgos de las campañas electorales de hoy que pueden encontrar su antecedente en los usos romanos.”
El Correo Gallego
“Una muestra de vitalidad cultural extraordinaria.”
Anton M. Espadaler, La Vanguardia
“Antes, mucho antes de que los actuales estrategas de campaña llevaran a la perdición a los candidatos obligándolos a leer textos encorsetados en debates sin derecho a réplica, ya existían profesionales dedicados a intentar llevar a los candidatos a la victoria”.
Heraldo de Aragón
“De una actualidad apabullante.”
Óscar Muñoz, La Vanguardia