La amenaza de las dictaduras digitales
Si buscas información sobre «dictaduras digitales» vas a encontrar una serie de artículos en los que en mayor o menos medida se alude a las Big Tech como las promotoras de una dictadura digital a la que estamos sometidos.
CluPad es una publicación que cuenta con el respaldo de los lectores. Para recibir nuevos posts y apoyar mi trabajo, considera convertirte en un suscriptor gratis o de pago.
Las dictaduras digitales de las Big Tech
Algunos aluden a la dictadura digital con la que las élites progresistas de Silicon Valley han sometido a la derecha en todo el mundo. Y ejemplos de victimismo o no tenemos a patadas. Desde el más sonado personificado en Donald Trump, a las continuas acusaciones de censura que hacen aquellos a los que les bloquean un perfil o despublican un contenido por saltarse las normas de uso de la plataforma en cuestión.
Otros en su acusación de promover una dictadura digital son más sibilinos acusando a las Big Tech. Son aquellos que nos muestran dónde estamos y lo que hacen con nosotros, explicando muy bien que han creado la dictadura perfecta generando una falsa sensación de libertad. En este grupo encontramos a autores como Marta Peirano (el enemigo conoce el sistema), Soshana Zuboff (La era del capitalismo de vigilancia) o Jaron Lanier (Who owns the future?) por citar algunos.
Y es que más allá de la supuesta falta de libertad de expresión que denuncian algunos, sí que es cierto que todos nos encontramos un poco idiotizados gracias a multitud de gadgets que pretenden hacernos la vida más fácil tomando decisiones por nosotros. Nos dicen por dónde tenemos que ir con el coche, a qué hora deberíamos comer, dormir, qué música escuchar o qué leer en redes sociales. Si lo miramos con un poco de perspectiva podemos apreciar falta de libertad, de libre albedrío. Aunque en este caso y aún habiendo sido engañados, la libertad que nos falta ha sido cedida voluntariamente.
Las dictaduras digitales políticas
Hay gobiernos como el Chino que ejercen toda su fuerza en el ámbito digital. Ya hace tiempo que su sistema de crédito social gracias auge de los sistemas de reconocimiento permite valorar las acciones de sus ciudadanos y mediante un crédito social definir que pueden hacer y que no.
Tenemos un ejemplo reciente de como con pequeñas acciones pueden modificar la conducta de sus ciudadanos. La limitación de las horas de videojuego a los menores es una de tantas.
Portarse mal tiene consecuencias, y con portarse mal me refiero incluso a cruzar la calle por donde no se debe o hacerlo con el semáforo en rojo para los peatones. Infracciones de este tipo pueden acarrear penalizaciones como las mencionadas anteriormente. Y esto es precisamente lo que le sucedió a Dong Mingzhu, una mujer de negocios famosa. El sistema detectó que había cruzado la calle en rojo y automáticamente le rebajó su puntuación. El problema fue que no era ella quién cruzó la calle, sino que el sistema detectó una foto suya de un anuncio pegado en el lateral de un autobús.
Fallos de estas características ponen en duda la implementación de un sistema de estas características, pero por lo que se ve sí o sí va a llevarse a cabo. El miedo que provoca un sistema que te esté monitorizando y puntuando, no es solo que te permita hacer o no en función de tu puntuación. El miedo es que pueda utilizarse para otros fines como la persecución de disidentes, activistas, etc. Llegará un momento en el que todo aquel que no esté de acuerdo con el sistema pasará a ser un ciudadano de segunda.
Vuelve poco a poco la revolución cultural de Mao, pero en digital. El objetivo es asegurar la supremacía del Partido Comunista Chino imponiendo a sus Big Tech de nuevo el concepto de «prosperidad común» para tenerlas controladas. A ellas y a sus datos.
Cómo evitar las dictaduras digitales
Yuval Harari es una de las voces que denuncian la deriva que determinados gobiernos y regímenes tienen hacia lo que podría ser una dictadura digital. Para no dar el «salto al autoritarismo» Harari fijarse en los siguientes tres puntos:
- Cuando alguien recopila mis datos eso debería servir para ayudarme, no para utilizarme
- La gestión de los datos personales no se puede concentrar los datos en pocas manos, eso es una carretera hacia las dictaduras
- Si hay más vigilancia sobre la gente también tiene que haberla sobre políticos y corporaciones, la vigilancia tiene que tener dos direcciones