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Ley de Goodhart: cuando la métrica devora el objetivo

marzo 4, 2024 CluPad
Ley de Goodhart: cuando la métrica devora el objetivo

La ley de Goodhart es un principio en economía y estadística que establece que «Cuando una medida se convierte en un objetivo, deja de ser una buena medida». Esta ley lleva el nombre del economista británico Charles Goodhart, quien la formuló en 1975.

La idea detrás de la ley de Goodhart es que, una vez que se utiliza una métrica específica como objetivo principal para la toma de decisiones o la evaluación del rendimiento, esta métrica puede perder su utilidad como indicador fiable. Esto se debe a que las personas o las organizaciones pueden empezar a manipular la métrica o a enfocarse en ella de manera excesiva, descuidando otros aspectos importantes que no están siendo medidos.

La ley de Goodhart se aplica en diversos contextos, desde la gestión empresarial hasta la política pública. Es una advertencia sobre los riesgos de depender demasiado de indicadores cuantitativos y la importancia de considerar una gama más amplia de factores al tomar decisiones.

¿Por qué es relevante la Ley de Goodhart?

Os voy a proponer un ejemplo que pienso ejemplificara a la perfección la ley de Goodhart, en este caso aplicado a una campaña política, pero estoy seguro de que os sonará la situación a quienes os dediquéis a la comunicación digital y trabajéis con empresas empeñadas en aumentar sí o sí determinados indicadores.

Consideremos una situación en la que un partido político decide utilizar como principal medida de éxito de sus campañas políticas el número de interacciones en redes sociales (likes, comentarios, y compartidos). La idea es que una mayor interacción en estas plataformas indica un mayor apoyo y entusiasmo por parte de la ciudadanía, lo cual se asume que se traducirá en votos durante las elecciones.

Aplicando la ley de Goodhart a este contexto, una vez que el número de interacciones en redes sociales se convierte en el objetivo clave, podría dejar de ser un indicador fiable del verdadero apoyo electoral. El partido político y sus equipos de campaña podrían empezar a enfocarse en estrategias que maximicen las interacciones en redes sociales, como la creación de contenido altamente polarizante o sensacionalista que incite a las personas a reaccionar, sin necesariamente proporcionar información sustancial sobre sus políticas o planes de gobierno.

Este enfoque podría llevar a una distorsión en la percepción del apoyo real al partido, ya que un alto nivel de interacción en redes sociales no necesariamente refleja la intención de voto de la población en general, sino más bien la capacidad del contenido para generar reacciones inmediatas. Además, esta estrategia podría contribuir a una atmósfera de división y polarización dentro de la sociedad, puesto que el contenido que genera más interacción no siempre es el que promueve el diálogo constructivo o la reflexión crítica.

En resumen, la calidad y profundidad del discurso político podrían verse comprometidas, ya que el principal objetivo se convierte en generar interacciones en lugar de informar y convencer a la ciudadanía mediante argumentos sólidos y propuestas bien fundamentadas.

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