¿Y sí Internet dejara de existir?
Estos últimos días ha habido varios temas que han llamado mi atención.
El primero de ellos y que creo que va a tener más impacto es el acuerdo para que las empresas tributen un mínimo del 15% en los países en los que operan y no en el que definen su sede financiera. Evidentemente será un punto de inflexión en cuanto a lo que la fiscalidad internacional se refiere.
El segundo el revuelo de Macron, pero no por la bofetada, o sí… El caso es que desde hace un tiempo parte de su estrategia de comunicación ha sido acercarse a nuevos públicos a través de YouTube y más concretamente de Youtubers. Digo que no es por la bofetada, ya que atribuir esta al vídeo que publicó hace unos días un youtuber en el que simulaba la muerte violenta de un militante de izquierdas, es como atribuir la violencia a los videojuegos. Aunque el aumento de la crispación sí que puede ser la causa de “la gifler” a Macron.
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El tercer tema es el apagón de Internet que sufrieron empresas como Amazon, Reddit, Paypal, HBO o Twitch o medios como el Nytimes.com, la CNN, Corriere, Financial Times, The Guardian, y gobiernos como la página web del Gobierno británico. No voy a entrar en el aspecto técnico ni en lo que es un CDN. Mi reflexión es sobre la tendencia a la centralización de servicios en Internet. Pese a que su origen y principal objetivo era ser una red descentralizada que permitiera la comunicación pese a que determinados nodos dejaran de funcionar, el quasi monopolio que algunas empresas tienen en estos momentos les convierte en nodos que si caen, cae con ellos parte de Internet.
El acuerdo fiscal es importante para evitar paraísos en los que grandes empresas puedan aprovecharse de legislaciones hechas para atraerlas y hacer dumping fiscal al resto de países. El incremento de recursos para las arcas públicas será importante. Aunque tengo mis dudas sobre si el acuerdo alcanzará la suficiente eficacia para evitar la ingeniería fiscal. Pero no cabe ninguna duda que es un punto de inflexión importante. Tendremos que estar atentos para ver como evoluciona este tema.
El tema de la violencia derivada de Internet es recurrente. Y que duda cabe que ejemplos tenemos muchos. Sin ir muy lejos en el tiempo tenemos a un Donald Trump que ha sido considerado responsable del asalto al Congreso. Hechos por lo que ha sido condenado al ostracismo digital. Es un tema, como digo, recurrente. La polarización de la sociedad no es solo consecuencia de Internet y las Redes Sociales. Aunque contribuyan a ello. Ezra Klein en “We’re polarized” describe la polarización de la sociedad estadounidense como el resultado de la fusión de las identidades políticas con las raciales, religiosas, geográficas y culturales. Vale la pena ver hasta que punto Internet no es más que un potenciador, un acelerador. Por lo tanto, el problema va más allá, es más profundo.
Y que decir sobre el tema de la centralización de servicios que se produce en Internet. En estos momentos la dependencia de servicios como los que ofrece Google o Amazon nos convierten a la mayoría de ser usuarios totalmente dependientes. Si dejaran de funcionar se paralizarían países enteros, empresas. Aunque para esas situaciones tenemos el juego del dinosaurio. Pero por un momento imaginar que Internet dejara de funcionar.
Bufff. Sin Google, sin Netflix, sin mail, sin maps, sin… Tantas y tantas cosas que utilizamos diariamente. Nos obligaría a reinventarnos completamente. El impacto económico sería brutal y seguramente entraríamos en una crisis sin precedentes. Internet es algo que tenemos tan asumido que ni siquiera pensamos en la posibilidad de no tener acceso. Imaginar, por lo tanto, también el impacto psicológico en la sociedad. Todas esas horas que pasamos delante de la pantalla nos haría cambiar por completo nuestra percepción de nuestra realidad. ¿Has pensado sobre ello?