¿Las redes sociales generan violencia en el plano analógico?
La violencia es una situación en la que una persona o grupo de personas causa daño intencionadamente o impone una situación al resto. La violencia no tiene por qué ser física, puede ser digital. Y en lo digital, en las Redes Sociales, todos somos conscientes de los ataques en plan manada que sufren muchos usuarios por un motivo u otro. Los linchamientos digitales están a la orden del día. Por motivos ideológicos o sencillamente porque resulta muy fácil cargar contra alguien protegido por la pantalla de un ordenador.
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Que las Redes Sociales dan más visibilidad a aquellos contenidos que consiguen arrancarnos sentimientos, sean buenos o malos, ya lo hemos visto. Los algoritmos los promocionan, pero son realmente los usuarios los que los utilizan para darles fuerza. No es algo generalizado, pero está ahí. Y lo que si que ha quedado claro es que eso es un síntoma de lo que ocurre fuera de las Redes Sociales.
Índice de contenidos
¿La violencia que se genera en lo digital es capaz de generar violencia en lo analógico?
Se acusa a las Redes Sociales de haber causado o amplificado violencia entre determinados grupos sociales. A poco que busquemos encontramos ejemplos que nos indican de inicio que sí, que las Redes Sociales han sido responsables de brotes de violencia entre diferentes grupos de personas. A todos les sonará el caso de la violencia ejercida contra los Rohigya en Myanmar. Más de 100.000 Rohigyas fueron asesinados, una limpieza étnica en la que Facebook fue clave. La propia plataforma reconoció su responsabilidad en el genocidio en 2018. Un directivo de Facebook llegó a admitir que la compañía “no logró evitar que su plataforma se utilizara para fomentar la división e incitar a la violencia offline en el país.” Aquí está la declaración oficial de Facebook, junto con un informe independiente realizado por BSR (pero encargado por Facebook).
En el libro “Social Media Impacts on conflict and democracy” hay un capítulo específico sobre Myanmar, por si queréis ampliar información sobre el tema.
En un principio, Myanmar se presentaba como una historia de éxito de Internet. Conectada en cuestión de meses tras cinco décadas de dictadura militar, se suponía que la población de Myanmar podría comunicarse libremente, acceder a la información en línea sin trabas, experimentar las ventajas de una serie de servicios digitales atractivos y potentes y conectarse con el mundo. Aunque las redes sociales abrieron el ecosistema de la información y la comunicación del país de una manera sin precedentes, también tuvieron su cuota de desafíos. Los bajos niveles de alfabetización digital y mediática, en un contexto de transición política, dominado por el aumento de las tensiones intercomunitarias y la formalización de un movimiento nacionalista budista, constituyeron un cóctel peligroso. Facebook, que llegó a dominar el ecosistema de Internet de Myanmar, no supo reconocer ni mitigar eficazmente los riesgos, dejando que su plataforma fuera objeto de abuso y se convirtiera en un arma. Este estudio de caso examina el papel de Facebook en el fomento de la violencia en Myanmar. Explora cómo la plataforma de las redes sociales se convirtió en un arma, revisa la respuesta de Facebook a la situación y extrae enseñanzas y recomendaciones sobre cómo se pueden mitigar mejor los riesgos en el futuro.
La violencia digital en un primer estadio de desarrollo provoca que muchas personas abandonen o cierren sus perfiles en Redes Sociales. Un ejemplo cercano lo tenemos con el cierre del perfil de Twitter de Ada Colau. Uno de los argumentos de peso que esgrimió para tomar esa decisión fue quere alejarse “de la intoxicación de la conversación en esta red social, la polarización y el uso interesado de tergiversar y de trolear cualquier intento de diálogo y de discusión.”
Pero volviendo al tema y siguiendo la línea del resto de entradas de la serie “¿Hasta qué punto son perjudiciales las Redes Sociales?”, vamos a ver que estudios académicos nos indican que sí, que las Redes Sociales generan violencia, y estudios que nos indican lo contrario para tener una perspectiva adecuada sobre el tema.
Estudios que indican que SÍ se genera violencia
- Atari, Davani, Kogon, Kennedy, Saxena, Anderson, & Dehghani (2021). Morally homogeneous networks and radicalism. Social Psychological and Personality Science. “La homogeneidad en las preocupaciones morales se traduce en mayores niveles de intenciones radicales. En Gab, una red de extrema derecha, el grado de convergencia moral dentro de un grupo predice el número de mensajes de odio que publican sus miembros. También demostramos que inducir experimentalmente a las personas a creer que otros en su grupo comparten sus opiniones morales aumenta sus intenciones radicales.”
- Mooijman, Hoover, Lin, Ji, & Dehghani (2018). Moralization in social networks and the emergence of violence during protests. Nature Human Behaviour. “Utilizando datos de las protestas de 2015 en Baltimore, mostramos que no solo el grado de retórica moral utilizada en las redes sociales aumentó en los días con protestas violentas, sino que también la frecuencia horaria de los tuits moralmente relevantes predijo los futuros recuentos de arrestos durante las protestas, lo que sugiere una asociación entre la moralización y la violencia en las protestas.”
- Müller & Schwarz (2021). Fanning the flames of hate: Social media and hate crime. Journal of the European Economic Association. “Este artículo investiga la relación entre las redes sociales y los delitos de odio. Se demuestra que el sentimiento anti-refugiados en Facebook predice los delitos contra los refugiados en municipios similares con un mayor uso de las redes sociales. Nuestros resultados sugieren que las redes sociales pueden actuar como mecanismo de propagación de los delitos violentos al permitir la difusión de puntos de vista extremos.”
- Phadke, & Mitra (2020). Many faced hate: A cross platform study of content framing and information sharing by online hate groups. Proceedings of the 2020 CHI Conference on Human Factors in Computing Systems. “Nuestros resultados muestran que los grupos de odio utilizan Twitter para educar a la audiencia sobre los problemas con el grupo externo, manteniendo una imagen positiva de sí mismos al enfatizar el alto estatus social del grupo interno, y para exigir cambios políticos que afecten negativamente al grupo externo. En Facebook, utilizan apelaciones al miedo, piden una participación activa en los eventos del grupo (solicitudes de afiliación), todo ello mientras se presentan como oprimidos por el grupo externo y fracasados por el sistema.”
- Müller & Scwarz (2020). From hashtag to Hate Crime: Twitter and Anti-Minority Sentiment. SSRN. “Los tuits de Trump sobre temas relacionados con el islam predicen el aumento de tuits xenófobos por parte de sus seguidores, la atención de las noticias por cable prestada a los musulmanes y los delitos de odio en los días siguientes.”
Estudios que indican que NO se genera violencia
- Asimovic, Nagler, Bonneau, & Tucker (2021). Testing the effects of Facebook usage in an ethnically polarized setting. Proceedings of the National Academy of Sciences. “Informamos de los resultados de un ensayo controlado aleatorio en Bosnia y Herzegovina, que explora los efectos de la exposición a los medios sociales durante 1 semana en torno a la conmemoración del genocidio en julio de 2019 en un conjunto de actitudes interétnicas de los usuarios de Facebook. Encontramos pruebas de que, en contra de las expectativas preestablecidas, las personas que desactivaron sus perfiles de Facebook informan de una menor consideración hacia los grupos étnicos externos que los que permanecieron activos.”
¿Realmente generan violencia las Redes Sociales?
No solo son los brotes de violencia como el citado anteriormente de Myanmar provocado por Facebook, o algunos otros analizados en algunos de los estudios citados, también nos econtramos con situaciones de violencia no digital generadas en lo digital y que se pueden trasladar al mundo físico. El Bulling se ve incrementado por el CyberBulling, los linchamientos digitales pueden convertirse en escraches, el escarnio digital en muchas ocasiones traspasa la frontera de lo digital, el acoso y la violencia de género se puede ver incrementada.
También es cierto que no todo es violencia en las Redes Sociales, ya he hablado anteriormente de todo lo que nos pueden ofrecer en positivo y que en mayor medida un elemento importante a tener en cuenta es la tipología de usuario. Como en la seguridad digital, el factor humano es el eslabón más débil.
Parece que también hay otros elementos que pueden influir en la generación de odio en Redes Sociales, en este caso parece que la temperatura afecta al incremento del odio y los insultos en redes. Según el estudio, los insultos se incrementan un 22% a 42º de temperatura. Lo que nos espera con el abmio climático!!!
La posibilidad que tienen determinados actores de dar visibilidad a sus ideas, a sus actos es un elemento a tener en cuenta. Racismo, misoginia y homofobia son tres de los grandes problemas acentuados por el uso de Redes Sociales por parte de determinados usuarios.
Las Redes Sociales han tomado medidas sobre este tema. En algunos casos, como el caso de Myanmar y Facebook, el primer paso ha sido reconocer su parte de responsabilidad en el tema. En otros, como en Twitter se han ofrecido talleres para combatir la violencia contra las mujeres online. Pero han sido, al menos de momento, los gobiernos de diferentes estados los que han tomado la iniciativa y han empezado a legislar contra los delitos de odio. Evidentemente, tanto Twitter como Meta tienen sus propias reglas para intentar combatir el odio, pero parece que de momento la percepción que tienen los usuarios es que no son medidas demasiado efectivas.
Sobre esta entrada
Esta entrada pertenece a la serie “¿Hasta qué punto son perjudiciales las Redes Sociales?” que recoge parte del documento “Social Media and Political Dysfunction: A Collaborative Review” para acompañar mis propias reflexiones fruto de una experiencia de años analizando comunidades online.
“Social Media and Political Dysfunction: A Collaborative Review” es un documento de trabajo abierto que contiene las citas y los resúmenes de artículos publicados que arrojan luz sobre una cuestión que se debate actualmente en muchos países: ¿Son las redes sociales un factor importante en el aumento de la disfunción política que se observa en EE.UU. y en algunas otras democracias desde principios de la década de 2010?
Este documento ha sido elaborado por Jonathan Haidt (NYU-Stern) y Chris Bail (Duke), con la ayuda de Zach Rausch.
En las entradas que componen la serie se recogen los estudios a favor y en contra de cada punto analizado, pero no aquellos que quedan en tierra de nadie. Mi recomendación es que si quieres profundizar en el tema acudas al documento.
La pista para llegar al documento “Social Media and Political Dysfunction: A Collaborative Review” ha sido el artículo de The New Yorker “How harmful is Social Media?“
Entradas que componen la serie
- ¿Las Redes Sociales polarizan el corazón de los usuarios?
- ¿Crean las Redes Sociales cámaras eco y burbujas de información?
- ¿Las Redes Sociales amplifican las publicaciones más emotivas, incendiarias o falsas?
- ¿Las redes sociales generan violencia en el plano analógico?
- ¿Permiten las Redes Sociales la injerencia de gobiernos extranjeros?
- ¿Las Redes Sociales disminuyen la confianza en las instituciones, la política y los medios?
- ¿Las Redes Sociales refuerzan más el populismo?
- Algunos libros de académicos sobre estos temas